por el Reverendo William G. Most
Quizás el más profundo, el más profundo de todos los
misterios es el misterio de la Trinidad. La Iglesia nos enseña que aunque solo
hay un Dios, sin embargo, de alguna manera, hay tres Personas en Dios. El Padre
es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios, pero no hablamos de tres
dioses, sino de un solo Dios. Tienen la misma naturaleza, sustancia y ser.
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Llegamos a conocer este inmenso misterio porque Cristo nos
lo reveló. Justo antes de ascender, les dijo: "Id a enseñar a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo" (Mateo 28:19). Sabemos que estos Tres no son solo formas diferentes
de ver a una persona. Porque en la última cena, Jesús nos dijo: "Salí del
Padre". Entonces Él es diferente del Padre. Pero también prometió:
"Si voy, le enviaré [a Paraclete] ... Le guiará a toda verdad" (Juan
16:28, 7, 13). Entonces el Espíritu Santo también es diferente.
A pesar de que las Tres Personas son un Dios, sin embargo,
son distintas: porque el Padre no tiene origen, no vino de nadie. Pero el Hijo
es engendrado, Él viene solo del Padre. El Espíritu Santo viene o procede tanto
del Padre como del Hijo. Estas diferentes relaciones de origen nos dicen que
hay tres Personas distintas, que tienen la misma naturaleza divina.
A pesar de que todo lo que hacen las Tres Personas fuera de
la naturaleza Divina lo hacen las Tres, sin embargo, es adecuado que
atribuyamos algunas obras especialmente a una u otra Persona. Así que hablamos
del Padre especialmente como el poder de la creación, del Hijo como la
sabiduría del Padre, del Espíritu Santo como bondad y santificación.
Las dos doctrinas de la Trinidad y la Encarnación son el
fundamento de la vida cristiana y la adoración. Al hacerse hombre, Dios el Hijo
nos ofreció una parte de la vida interior de la Trinidad. Por gracia, somos
traídos a la perfecta comunión de vida y amor que es Dios, Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Esta participación en la vida de la Trinidad está destinada a
culminar en el cielo, donde veremos a las tres Personas cara a cara, unidas a
ellas en un amor inefable.
Tomado del Catecismo Católico Básico
SEGUNDA PARTE: El
primer artículo del Credo del Credo del Apóstol : "Creo
en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra".
Por William
G. Most. (c) Copyright 1990 por William G. Most
Texto electrónico (c) Copyright EWTN 1997. Todos los derechos
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